El que se enoja, pierde...
Por Dr César Lozano
Después de ha haber leído el nuevo libro
de Robert Greene que se titula “Las 33 estrategias de la guerra”, he
llegado a la conclusión de que efectivamente el que se enoja y no
controla la calma…¡pierde! Un libro lleno de pasajes históricos
mundiales en los que se enfatiza cómo los errores y aciertos humanos han
marcado el rumbo de las naciones. Lo mejor de este libro es que nos
invita a sobrellevar las relaciones humanas en conflicto, evitando el
error que solemos cometer al no saber controlar la emoción de la ira.
Qué verdad tan cierta nos transmite el
autor cuando dice que en la vida de los seres humanos existen guerras
de varios tipos. Los intereses son variados y siempre habrá personas que
piensen en forma diferente. Y es precisamente por esa heterogeneidad de
pensamientos y formas de actuar, que se suscitan los conflictos entre
las personas.
En nuestras relaciones cotidianas siempre habrá críticas, errores, desconciertos y traiciones y el estar preparados para esto, nos hará responder de forma madura y eficaz.
Nos diferenciamos del resto de los animales por nuestra capacidad de raciocinio y por las emociones que experimentamos. Al presentarse una adversidad, el equilibrio se ve mermado y las emociones pueden hacernos actuar de manera inesperada y muchas veces incorrecta. La mente tiende a ser más débil que las emociones y al hacer esto consciente, podemos aprender a reaccionar. No hay nada como la práctica continua, el ejercitar nuestra paciencia y la capacidad de reaccionar asertivamente en las cosas pequeñas de la vida.
Concluyo que en las relaciones humanas en conflicto hay tres puntos fundamentales que hay que recordar:
1. Mantener la calma cuando otros no lo hacen.
Este es el signo de madurez más importante que existe. Aún cuando por dentro estés temblando de miedo o hirviendo de coraje, el demostrar serenidad siempre hará que la gente tome el ritmo que deseas.
Con esto no quiero quitar la importancia de mantener un sentido de urgencia que muchas veces se requiere, pero logrando que la cordura y la templanza se mantengan de tu parte cuando los demás no pueden.
Admiro a esos líderes que a pesar de los conflictos se sostienen en una postura erguida, con sus emociones controladas. Reconozco que esto no es tarea fácil pero con práctica constante será posible aplicarlo en los momentos cruciales de la vida. Controlar tus emociones a través de ejercicios de visualización o simplemente contando hasta diez. Utilizar la respiración profunda para nivelar el estrés siempre será positivo.
2. El que pregunta, dirige.
La persona inteligente no sólo es quien contesta correctamente, sino quien sabe formular las preguntas adecuadas.
Este principio es clave cuando se trata con personas agresivas. No es necesario confrontar con afirmaciones que incrementarán la agresividad de quien nos ataca. Es más fuerte formular preguntas cuyas respuestas abrirán los ojos y la razón de la persona en cuestión.
Este principio es increíblemente infalible en el proceso de ventas. Un vendedor sabe que el cuestionamiento ayuda comprender los beneficios del producto que desea comercializar.
3. La gente necia siempre existirá.
Es mejor aceptarlo y adaptarnos. Yo creo que cuando Jesús dice en la Biblia “A los pobres siempre los tendrán” se refiere no solamente a los pobres económicamente hablando, sino también a los pobres en razón, prudencia, cordura e inteligencia.
Nuestro tiempo es sumamente valioso y la energía más. No podemos andar malgastándolo por ahí con personas que lo único que intentan es cumplir en el mundo su misión de ser necios. Sí, el mundo está lleno de necios que intentan arrojar la frustración que acarrean por múltiples razones contra quien se pueda.
No hay mejor técnica para sobrellevarlos que entender que siempre existirán y nos saldrán al paso por todas partes; que tenemos que aprender a vivir con ellos.
Te recomiendo que los concibas como niños que intentan persuadirte o agredirte. El visualizarlos como niños, nos ayuda a tener compasión y a entender que detrás de una persona difícil, siempre hay una historia difícil. Tomarles cierta importancia, pero no bastante como para que afecte tu equilibrio emocional.
Sé que mantener la cordura y la calma es uno de los mayores retos a vencer. Y más porque precisamente cuando la perdemos, nos metemos en más problemas. La historia está llena de personajes célebres que mantuvieron la serenidad en momentos críticos y fue precisamente esa prudencia la que les hizo pasar a la historia.
Deseo que no olvides que aquí y en todas partes….el que se enoja…¡pierde!
¡Animo!
¡Hasta la próxima!
En nuestras relaciones cotidianas siempre habrá críticas, errores, desconciertos y traiciones y el estar preparados para esto, nos hará responder de forma madura y eficaz.
Nos diferenciamos del resto de los animales por nuestra capacidad de raciocinio y por las emociones que experimentamos. Al presentarse una adversidad, el equilibrio se ve mermado y las emociones pueden hacernos actuar de manera inesperada y muchas veces incorrecta. La mente tiende a ser más débil que las emociones y al hacer esto consciente, podemos aprender a reaccionar. No hay nada como la práctica continua, el ejercitar nuestra paciencia y la capacidad de reaccionar asertivamente en las cosas pequeñas de la vida.
Concluyo que en las relaciones humanas en conflicto hay tres puntos fundamentales que hay que recordar:
1. Mantener la calma cuando otros no lo hacen.
Este es el signo de madurez más importante que existe. Aún cuando por dentro estés temblando de miedo o hirviendo de coraje, el demostrar serenidad siempre hará que la gente tome el ritmo que deseas.
Con esto no quiero quitar la importancia de mantener un sentido de urgencia que muchas veces se requiere, pero logrando que la cordura y la templanza se mantengan de tu parte cuando los demás no pueden.
Admiro a esos líderes que a pesar de los conflictos se sostienen en una postura erguida, con sus emociones controladas. Reconozco que esto no es tarea fácil pero con práctica constante será posible aplicarlo en los momentos cruciales de la vida. Controlar tus emociones a través de ejercicios de visualización o simplemente contando hasta diez. Utilizar la respiración profunda para nivelar el estrés siempre será positivo.
2. El que pregunta, dirige.
La persona inteligente no sólo es quien contesta correctamente, sino quien sabe formular las preguntas adecuadas.
Este principio es clave cuando se trata con personas agresivas. No es necesario confrontar con afirmaciones que incrementarán la agresividad de quien nos ataca. Es más fuerte formular preguntas cuyas respuestas abrirán los ojos y la razón de la persona en cuestión.
Este principio es increíblemente infalible en el proceso de ventas. Un vendedor sabe que el cuestionamiento ayuda comprender los beneficios del producto que desea comercializar.
3. La gente necia siempre existirá.
Es mejor aceptarlo y adaptarnos. Yo creo que cuando Jesús dice en la Biblia “A los pobres siempre los tendrán” se refiere no solamente a los pobres económicamente hablando, sino también a los pobres en razón, prudencia, cordura e inteligencia.
Nuestro tiempo es sumamente valioso y la energía más. No podemos andar malgastándolo por ahí con personas que lo único que intentan es cumplir en el mundo su misión de ser necios. Sí, el mundo está lleno de necios que intentan arrojar la frustración que acarrean por múltiples razones contra quien se pueda.
No hay mejor técnica para sobrellevarlos que entender que siempre existirán y nos saldrán al paso por todas partes; que tenemos que aprender a vivir con ellos.
Te recomiendo que los concibas como niños que intentan persuadirte o agredirte. El visualizarlos como niños, nos ayuda a tener compasión y a entender que detrás de una persona difícil, siempre hay una historia difícil. Tomarles cierta importancia, pero no bastante como para que afecte tu equilibrio emocional.
Sé que mantener la cordura y la calma es uno de los mayores retos a vencer. Y más porque precisamente cuando la perdemos, nos metemos en más problemas. La historia está llena de personajes célebres que mantuvieron la serenidad en momentos críticos y fue precisamente esa prudencia la que les hizo pasar a la historia.
Deseo que no olvides que aquí y en todas partes….el que se enoja…¡pierde!
¡Animo!
¡Hasta la próxima!
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