martes, 24 de febrero de 2015

Noviazgo Inteligente


 Noviazgo Inteligente 

Por Dr César Lozano

Durante este año que acaba de terminar, he tenido la gran fortuna de impartir más conferencias a   estudiantes de preparatorias y carreras profesionales. Compartir mis experiencias con esos grupos de jóvenes, me ha dado la oportunidad de aprender siempre algo más,  al identificar los problemas que  les afectan en la actualidad. Recibo ahora innumerables correos electrónicos de jóvenes que me comparten sus inquietudes,  y siempre les contesto intentando dar mi opinión al respecto
Las inquietudes que más se repiten son las relacionadas con el supuesto amor que dicen tener hacia determinada persona,  y que a leguas se nota  que no es recíproco. Nunca pretendo ser juzgador,  porque estoy seguro que muchos de nosotros caímos en el  error de amar a quien no lo merece y creer ilusamente que esa persona cambiará con el paso del tiempo. Quizá tú que lees ahora  mi columna puedes estar pasando por ese momento  o tal vez, alguien  allegado a ti puede estar viviéndolo  y nos corresponde, de alguna manera, tratar de abrirle los ojos a quien, cegado por las emociones, no es capaz de pensar si le conviene o no  vivir una situación así.

Por eso hoy quiero compartir contigo las cinco preguntas fundamentales cuyas respuestas pueden ayudar a comprobar si esa persona vale o no la pena. Cinco preguntas que es muy saludable formularse para evitar fracasos en las relaciones con quienes decimos amar incondicionalmente. Si tienes hijos, comparte este artículo con ellos, y te aseguro que al paso del tiempo te lo van a agradecer.

    1. ¿Tenemos algo en común?

Al inicio de una relación, cuando la atracción física es muy marcada, nos hacemos a la idea de que tenemos muchas cosas en común. Y aunque no sea  así, nos cegamos creyendo que la  afinidad  existe o que puedo adaptarme a sus gustos. Por supuesto que hay diferencias simples que pueden inclusive ser intrascendentes, como el tipo de música, la comida o películas que le gustan. Pero hay otras que pueden llegar a ser tan contrastantes que hagan complicado cimentar la relación.  Si las  diferencias son más que las afinidades en lo que se refiere a gustos y sobre todo a los valores,  creencias, religión, afectos, tipo de amigos o la importancia que se le dé a la fidelidad, tarde que temprano tronará la relación.  Es necesario analizar muy bien esos aspectos y evaluar qué tanto nos importan.

    2. ¿Me siento a gusto expresando mis sentimientos y emociones?

No tengo que estar aparentando lo que no siento, lo que no soy. No necesito excusas para evitar temas de conversaciones que tengan que ver con mi sentir, sin caer en el exceso.  Hay  muchos hombres y mujeres  que no se les da eso de expresar o interpretar las emociones de los demás.   Sin justificarnos, pero digamos que somos más prácticos (por no decir “más parcos”).

    3. ¿Qué aspiraciones observas en esa persona?

Qué planes de crecimiento tiene. Qué sueños desea cumplir en  su vida y sobre todo, cerciórate si formas parte de esos sueños. Una radioescucha me envió un mensaje quejándose  amargamente de su novio. Desde hace años él le había confiado su deseo de irse a estudiar una maestría en el extranjero. Ella nunca creyó que lo fuera a llevar a cabo y hasta ahora, a unos días de su viaje, “le caía el veinte” de lo que significaba el tiempo y la distancia que los separaría. Duda ella  en esperarlo por temor a perder su tiempo.  También está el caso de las mujeres que ahora buscan más su superación profesional, y desean trascender en el mundo empresarial, anteponiendo inclusive su función de ser madre. Claro que es muy respetable esta decisión, pero es bueno que se hable durante el noviazgo con el fin de que exista un acuerdo previo y evitar sorpresas.

    4. ¿Cómo trata al resto de la gente?

Esta es una pregunta crucial que recomiendo a todos los que desean compartir su vida con alguien. Es tanto lo que puedes conocer a esa persona observando su comportamiento,  que te ayudará a visualizar en gran medida como te tratará a ti también.

Verifica cómo trata a la gente que le sirve. Cómo trata a sus padres y hermanos. Identifica qué valor le da a los seres humanos con los que convive diariamente. Sé que es algo duro tomar en cuenta esa forma de ser, e inclusive no faltará quien se sienta agredido por este cuestionamiento, pero es real, es de suma importancia por lo que eso pueda indicarte, porque si su comportamiento es negativo, no esperes que contigo será  diferente.

    5. ¿Hay algo que deseas cambiar de esa persona?

Claro que  todos tenemos la capacidad de cambiar, pero  tú sabes que hay comportamientos que se traen desde mucho tiempo atrás. Tú tendrás que identificar qué se puede modificar y qué no. No falta quien sienta las ganas de redimir a alguien que ha caído una y otra vez en el pozo de la depresión o de los vicios; que por sus acciones o sus hábitos sufre mil penurias y sigue sin poder salir adelante. Se enamora de él o ella creyendo firmemente que es parte de la misión de su vida el ayudar a quien se ama.  Qué  bueno que se tenga ese gran corazón, pero también es importante identificar si a quien se le da tanto afecto tiene deseos  de cambiar y de superarse. No falta quien por su afán de ayudar a quien dice amar con todo el corazón, termina hundiéndose también. En casos así, es mejor aplicar lo que dice el refrán: “Mejor solo, que mal acompañado”.

Estés soltero o casado, es conveniente analizar las respuestas a estas cinco preguntas,  con el fin de identificar las áreas de oportunidad para iniciar y mantener una buena relación  que pueda ser afianzada por un verdadero  y recíproco amor.

Toma en cuenta: “Piedrita chiquita en el zapato en el noviazgo, se convierte en peñasco en el matrimonio”.

¡Ánimo!
Hasta la próxima.

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