¡Inocente para Siempre!
Por Dr César Lozano
Hola amigos de Twitter y Facebook!
Mañana es día de los Santos inocentes. Así que tengan mucho cuidado con
las bromas que pueden jugarle durante el día. Ese día recuerda la
matanza de los "inocentes" realizada por Herodes, con la intención de
terminar con la vida del recién nacido Jesús. A pesar de referirse a un
hecho sangriento, en México, sin saber a ciencia cierta su origen, el
día de los "inocentes" se ha transformado en una tradición festiva.
En unas partes de la república lo
celebran más, pero aún así, ten mucho cuidado para no caer en bromas de
parientes y amigos. Déjame decirte que anteriormente las bromas eran más
pesadas, ya que incluía el pedir prestado algún dinero, joyas, libros o
cualquier otro objeto y no se devolvía por haber sido tan “inocente”.
Durante mucho tiempo, parte de la tradición consistía en que a la
persona que fue engañada, es decir, la "inocente", se le da una
canastita con dulces con el siguiente recado: “INOCENTE PALOMITA QUE TE
DEJASTE ENGAÑAR, SABIENDO QUE EN ESTE DÍA NADA SE DEBE PRESTAR”.Por supuesto que conforme pasó el tiempo se fueron modificando las bromas, desde rumores o chismes sin fundamento que causaran cierto impacto y a la vez diversión porque alguien se lo creyó. En México decimos ¡Inocente para siempre!
Sin embargo, para muchas personas el día de los inocentes no es solamente el 28 de Diciembre, ya que no es ninguna broma el ser irresponsables y disminuir su credibilidad a costa de la mentira y el engaño. Deja de ser una simple broma y su costumbre de mentir y no cumplir lo que promete, se hace presente en muchos actos de su vida.
Voy a compartir contigo algunos ejemplos de quienes nos hacen perder la congruencia y hacen de la mentira un hábito:
¡Inocente para siempre!, quien dice que éste año cumplirá sus propósitos de año nuevo. Esa mujer que asegura que por su bien y por verse mucho mejor, ahora si comerá en forma más prudente, sana y nutritiva, podrá usar ese pantalón talla siete, al cual no ha podido entrar ni con “nalgador”. (Ni modo de decir calzador), o quienes se creen los remedios “mágicos” anunciado por televisión, para bajar de peso y tener un cuerpo escultural y ¡sin esfuerzo! Olvidan que lo bueno cuesta y ¡Mucho!
¡Inocente para siempre!, nos dice quien juró y perjuro que éste año dejará de fumar por el impacto que tuvo al enterarse de los estragos que el tabaquismo ocasionó en una persona muy allegada, o quien después de haber pagado una infracción enorme a la antialcohólica (por así decirlo, evitando decir la palabra mordida), jura y perjura que no volverá a tomar de esa forma y menos delante de sus hijos, evitando de ésta forma dar un mal ejemplo.
¡Inocente para siempre!, nos dice quien después de mucho tiempo de que se le critica por su mal carácter, ahora si hace el firme propósito de ser mas paciente, prudente y amable con los demás. Posterior a un tiempo, por no decir unas horas, grita ¡Siempre he sido así! ¡No me quieras cambiar!
¡Inocente para siempre!, nos dirá la vida y el tiempo, a los padres de familia que creen que el darle todo a los hijos en exceso y evitarles el sufrimiento, los hará más fuertes, sensibles y trabajadores. Tremendo fiasco se llevan quienes con el afán de sobreproteger a sus hijos, defenderlos de los excesos de tareas que les piden los “inhumanos maestros”, van y exigen respeto para el pobre niño o adolescente que tiene que ver televisión y divertirse; ya que está en la edad. Y qué decir de quienes continuamente utilizan la frase: “No quiero que mi hijo sufra las necesidades que yo tuve”. Olvidamos que somos consecuencia de lo que tuvimos y de lo que no tuvimos. Es cierto que nadie queremos ver sufrir a nuestros hijos, pero a veces nos pasamos de la raya protegiéndolos en un capelo y evitando a toda costa el esfuerzo necesario para que valoren y luchen por sus ideales.
Que nos sirva éste día de los Inocentes para recordar que el cumplir lo que se promete, nos convierte en personas integras y dignas de confiar. Que nos ayude a identificar que la mentira siempre daña a quien la dice y a quien se la cree. Que la honestidad, la justicia y la verdad, nos hará libres y la vida siempre lo recompensa de muchas formas.
Que la inocencia nos sirva para seguir valorando tantas bendiciones que la vida nos da. Que nos ayude a recordar que todo pasa y que los problemas que vemos enormes hoy, mañana nos causarán risa y nos ayudará a valorar más el camino que andamos.
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